Descubren en
la Antártida un lagarto gigante de más de 150 millones de años
Un grupo de paleontólogos
argentinos descubrió los restos de un plesiosaurio -parecido a un lagarto
gigante- del período Jurásico de la Antártida, que tendría 150 millones de
años, informó la Agencia de Ciencia, Tecnología y Sociedad de la Universidad
Nacional de La Matanza.
Se trata de un reptil marino, carnívoro y del período Jurásico que superaba los seis metros de longitud y fue descubierto en la Península Antártica, en un nuevo yacimiento paleontológico ubicado 113 kilómetros al sudoeste de la Base Marambio.
"Este registro de plesiosaurio es 80 millones de años más antiguo que lo que se tenía conocimiento para la Antártida", dijo el paleontólogo José Patricio O'Gorman, investigador del Museo de la Plata (MLP) y del Conicet.
"Fue la primera campaña paleontológica que realizamos en este afloramiento, que es como un mar congelado de 150 millones de años en un excelente estado de conservación", destacó el autor principal del estudio que fue aceptado para ser publicado en la revista científica Comptes Rendus Palevol.
La doctora Soledad Gouiric Cavalli, especialista del MLP y del Conicet en el estudio de peces del Jurásico, indicó que "al caminar por el yacimiento se encuentra una gran diversidad de peces, amonites, algunos bivalvos, pero no esperábamos encontrar un plesiosaurio de tal antigüedad; fue sorprendente".
Y explicó que "el hallazgo es bastante extraordinario, porque el yacimiento no posee el tipo de rocas en las que se puede encontrar materiales preservados en tres dimensiones, como es el caso de las vértebras de este reptil marino".
A este afloramiento del Jurásico de cuatro kilómetros de largo por dos kilómetros de ancho solo se puede llegar tras dos horas de vuelo en helicóptero desde la Base Marambio, por lo que los investigadores remarcaron la logística impulsada por el Instituto Antártico Argentino (IAA).
Allí, durante la campaña antártica de verano de 2016, acamparon 40 días la doctora Gouiric Cavalli, el doctor José O'Gorman y los técnicos Juan José Moly y Leonel Acosta Burllaile.
La doctora Gouiric Cavalli, aseguró que "allí se encuentra una cantidad sorprendente de peces y es lógico pensar que el plesiosaurio que descubrimos se alimentara de ellos, porque es un reptil marino grande y hallamos peces de tamaño mediano, algunos chicos, y algunos bastante grandes también".
Respecto a la excelente conservación de esta fauna y flora marina del Jurásico, la investigadora reveló que "se preservaron así porque el fondo de aquel mar tenía muy poco oxigeno, por lo que no se desarrollaban organismos que pudieran desarticular esos ejemplares y tampoco se producían los fenómenos de putrefacción".
De este modo se continuaran las
investigaciones en busca de algún ejemplar desconocido y tal vez gigante en la
zona, ya que la Antártida es un lugar bastante alejado de todo y muy peculiar
para el mundo de la paleontología y arqueología respectivamente.
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