miércoles, 21 de febrero de 2018

LOS PETROGLIFOS MÁS GRANDES DEL PLANETA


LOS PETROGLIFOS MÁS GRANDES DEL PLANETA



Este BLOG los ha acostumbrado al análisis y conocimiento de petroglifos muy interesantes y misteriosos, desde que tenemos conocimientos de sobre los mismos, hemos intentado nosotros los aficionados y los profesionales descifrarlos con todo tipo de análisis y teorías que en su mayoría no revelan sus verdaderos propósitos o significados, lo cual motiva mucho más a seguir investigando más y más sobre este tipo de arte representativo de los antiguos tal vez para entender mejor nuestro pasado y hasta si se quiere para saber de dónde venimos y porqué estamos aquí… bueno, con relación a todo lo dicho, hoy les traigo dos zonas en el mundo en donde los petroglifos además de misteriosos y terriblemente antiguos, son gigantes, el primero de ellos es de Rusia el otro está en Venezuela…

PETROGLIFOS EN EL LAGO ONEGA EN LA REPÚBLICA DE KARELIA



Los petroglifos Onega son grabados rupestres ubicados en la costa este del lago Onega, en el noroeste de Rusia. Según los informes, los miles de petroglifos datan de alrededor del año 5,000 a 6,000 aC.
Los expertos han identificado alrededor de 1.200 petroglifos diseminados en un área de 20 km, incluyendo varias capas, como Besov Nos, que presenta el misterioso ‘Petroglifo Demon‘.
Los grabados son de 1-2 mm de profundidad y representan animales, personas, embarcaciones y formas geométricas, como símbolos circulares y de media luna, pero también lo que algunos autores incluso sugieren que pueden ser representaciones de constelaciones. Los Petroglifos de Onega, ubicados en la República de Karelia, son considerados los ejemplos de arte rupestre más complejos y expresivos del norte de Europa.
Las enigmáticas figuras grabadas en roca en las orillas del lago Onega muestran innumerables símbolos antiguos que representan escenas religiosas y rituales, así como la guerra y la vida cotidiana. Los primeros grabados rupestres en la República de Karelia fueron descubiertos en 1848 por el conservador del Museo de Mineralogía de San Petersburgo Konstantin Grevingk cerca de la aldea de Besov. Estamos en la orilla del lago Onega.
A principios del siglo XX, los petroglifos Onega fueron estudiados por el investigador sueco Gustaf Hallström.
Hay una serie de símbolos extraordinarios reproducidos en las rocas del lago Onega.
Además de los signos circulares y en forma de media luna con rayos, entre los símbolos de Onega podemos identificar figuras antropomórficas, a veces criaturas que se asemejan a los lobos, alces, e imágenes de los llamados bastones de chamán, etc.
Casi la mitad de todas las impresiones en el Lago Onega son cisnes, patos y gansos.
Hay pocas escenas de ocupación humana.
El contenido de diferentes acumulaciones de petroglifos varía enormemente, lo que probablemente se deba a la diferencia de edad entre los grupos de petroglifos y a los cambios en la ocupación humana durante el período neolítico.
Curiosamente, a finales de agosto, desde el final del cabo Besov, a veces podemos ver cómo un gran rayo de sol rojizo se establece gradualmente, y en el lado opuesto, la luna brillante, grande y completamente llena se eleva.
Tal vez, fenómenos similares que el hombre antiguo vio desde las orillas del lago Onega sirvieron como un incentivo para representar las formas circulares y de media luna que muchos científicos consideran imágenes simbólicas del sol y la luna.
Cuando el sol se pone en el horizonte, los petroglifos “desaparecen” de inmediato. Vemos una superficie de piedra absolutamente limpia y sin vida. Este fenómeno, llamado por los científicos “el efecto del cinematógrafo prehistórico”, incluso impresiona a cualquiera que lo haya presenciado hoy
Los petroglifos en Cape Besov presentan un extraño “petroglifo Demon” de dos metros de largo, así como representaciones de “Bagre” y “Lagartos“.
La curiosa representación del llamado “Demonio” cubre dos piedras que parecen estar rotas por la mitad. Las leyendas locales sugieren que fue allí donde la gente antigua realizó un conjunto de rituales y sacrificios hace más de 8,000 años y que los seres sobrenaturales fueron alimentados con sangre que sorbió en la grieta entre las piedras, separando la imagen por la mitad.
El petroglifo ‘Demon’ causó indignación entre los monjes en el siglo XV. Los monjes decidieron un día tallar una enorme cruz junto al antiguo petroglifo, como un signo de luchar contra los “espíritus” malvados.
Muchos lugareños aseguran que esta figura representa al ser que vino de los cielos que crear al hombre, a darle inteligencia y conciencia a una tierra desprovista de seres pensantes, en otras palabras, actualmente se lo podría relacionar con una especie de dios creador, o una especie de extraterrestre plantando su semilla en la tierra, de verdad existen muchos interpretaciones para darle a este petroglifo teniendo en cuenta los relatos, ya que como siempre su silueta difiere un poco de la del hombre convencional, y está rodeado de animales que por su tamaño hacen notar el grado de inferioridad de los mismos en relación a este ser…

PETROGLIFOS GIGANTES EN VENEZUELA



En el río Orinoco, específicamente en los raudales de Atures, donde las curiaras ya no tienen acceso, hay cinco islas en las que arqueólogos de University College of London investigaron un centenar de los petroglifos más antiguos y grandes del mundo.
Las rocas son tan altas que es casi imposible ver los grabados desde el terreno;  por lo que los investigadores tuvieron que hacer uso de drones con cámaras tridimensionales para observar en perspectiva estos dibujos.
La figura individual de mayor tamaño es una serpiente con cuernos que mide 30 metros de largo,  Otro de los paneles mide 300 metros cuadrados y en él encontraron al menos 93 grabados. Tal era su magnitud que uno de los investigadores, Philip Riris, comenta que mientras limpiaba la superficie no se daba cuenta que en realidad lo que hacía era limpiar un solo e inmenso petroglifo. En total, determinaron ocho grupos de rocas en las cinco islas.
Las imágenes más comunes son de humanos y animales. También se repite mucho una figura de lo que parece ser un flautista rodeado de gente. Los investigadores sugieren que esto podría ilustrar un tema de renovación. Antes de la época de lluvias, el cauce del Orinoco baja exponiendo estas piezas de arte. Aparte de ser útil para las investigaciones arqueológicas, consideran que pudo haber tenido un significado ritual miles de años atrás.
Otra imagen que se repite es la de dos espirales oponiéndose una a la otra. Este dibujo ha sido documentado de manera similar en el Caribe y en el sur del Amazonas. Algunos estudios anteriores sugieren que podría referirse a la potencia masculina y a la fertilidad, pero es difícil confirmarlo en este caso, pues varían los significados de acuerdo con la región.


“Los mitos indígenas se refieren directamente a los rápidos como la morada del dios del sol”, dice Philip Riris. “Otro mito dice que cuando el árbol del mundo (donde se originaron todos los animales y plantas) se derrumbó, su corona cayó en el Orinoco e hizo los rápidos”. La investigación fue publicada en la revista especializada Antiquity el 6 de diciembre de 2017. Se presume que los rápidos eran una zona de convergencia lingüística, étnica, y cultural.
En el ámbito de los petroglifos venezolanos, se ha especulado muy poco sobre sus significados, en la mayoría de los casos, se realizan simples descripciones técnicas como: zoomorfo, antropomorfo, entre otras. Sin tener en cuenta que lo que llamamos figuras zoomorfas, pueden ser en realidad, un ser dios de las estrellas o un chamán que sufrió una metamorfosis mágica en animal, pues, su esfera de máximo poder opera bajo esta forma, que funde en uno a la cultura y a la naturaleza. Estas figuras plenas de misterio, han sido fotografiadas ampliamente por los investigadores.
Muchos investigadores afirman, que los primeros humanos que penetraron en el territorio que hoy conocemos como Venezuela, eran bandas de cazadores que vivieron hace aproximadamente 15.000 años. La historia prehispánica de Venezuela ha sido dividida en cuatro grandes períodos: Paleoindio (15.000 a 500 años antes de Cristo), Mesoindio (500 / 100 a.C.), Neoindio (1000 a.C. / 1500 después de Cristo) e Indohispano (1500 d.C. hasta el presente). Esta periodización no es precisa ni rígida; es decir, el inicio de un nuevo período no significa necesariamente la finalización de lo anterior, ya que los grupos étnicos que poblaban nuestras tierras antes de la llegada del hombre europeo experimentaron líneas muy diversas de evolución y desarrollo.
Como en todas las culturas ancestrales en los petroglifos venezolanos encontramos figuras alusivas a seres sobrenaturales que procedían de las estrellas o de alguna manera se relacionaban con el cosmos. Lo mismo sucede en los petroglifos de onega, tantas son las relaciones que nuestros antepasados le daban a los seres denominados sobrenaturales que de algún modo siempre lo tenían que plasmar en algún tipo de arte, en este caso en forma de dibujos en piedras… lo indignante es que a la hora de hacer investigaciones sobre estos descubrimientos, no se encuentran muchas fuentes, las informaciones son escasas y no se ajustan a la importancia que traen consigo… muchas veces los arqueólogos renombrados no se meten a analizar mucho estas obras antiguas para no comprometer sus carreras y solo se dedican a darles significados simples, como rituales tribales, simbología de la vida cotidiana o incluso figuras sin sentido… creo que no estaríamos tan ciegos en este punto si los profesionales le dieran mayor importancia a las esculturas antiguas, a los legados aborígenes y a las formas de expresión de las antiguas civilizaciones.


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