LOS PETROGLIFOS MÁS GRANDES DEL PLANETA
Este BLOG los ha acostumbrado al
análisis y conocimiento de petroglifos muy interesantes y misteriosos, desde
que tenemos conocimientos de sobre los mismos, hemos intentado nosotros los
aficionados y los profesionales descifrarlos con todo tipo de análisis y
teorías que en su mayoría no revelan sus verdaderos propósitos o significados,
lo cual motiva mucho más a seguir investigando más y más sobre este tipo de
arte representativo de los antiguos tal vez para entender mejor nuestro pasado
y hasta si se quiere para saber de dónde venimos y porqué estamos aquí… bueno,
con relación a todo lo dicho, hoy les traigo dos zonas en el mundo en donde los
petroglifos además de misteriosos y terriblemente antiguos, son gigantes, el primero
de ellos es de Rusia el otro está en Venezuela…
PETROGLIFOS EN EL LAGO ONEGA EN LA REPÚBLICA DE KARELIA
Los petroglifos Onega son grabados
rupestres ubicados en la costa este del lago Onega, en el noroeste de Rusia.
Según los informes, los miles de petroglifos datan de alrededor del año 5,000 a
6,000 aC.
Los expertos han identificado
alrededor de 1.200 petroglifos diseminados en un área de 20 km, incluyendo
varias capas, como Besov Nos, que presenta el misterioso ‘Petroglifo Demon‘.
Los grabados son de 1-2 mm de
profundidad y representan animales, personas, embarcaciones y formas
geométricas, como símbolos circulares y de media luna, pero también lo que
algunos autores incluso sugieren que pueden ser representaciones de
constelaciones. Los Petroglifos de Onega, ubicados en la República de Karelia,
son considerados los ejemplos de arte rupestre más complejos y expresivos del
norte de Europa.
Las enigmáticas figuras grabadas
en roca en las orillas del lago Onega muestran innumerables símbolos antiguos
que representan escenas religiosas y rituales, así como la guerra y la vida
cotidiana. Los primeros grabados rupestres en la República de Karelia fueron
descubiertos en 1848 por el conservador del Museo de Mineralogía de San
Petersburgo Konstantin Grevingk cerca de la aldea de Besov. Estamos en la
orilla del lago Onega.
A principios del siglo XX, los
petroglifos Onega fueron estudiados por el investigador sueco Gustaf Hallström.
Hay una serie de símbolos
extraordinarios reproducidos en las rocas del lago Onega.
Además de los signos circulares
y en forma de media luna con rayos, entre los símbolos de Onega podemos
identificar figuras antropomórficas, a veces criaturas que se asemejan a los
lobos, alces, e imágenes de los llamados bastones de chamán, etc.
Casi la mitad de todas las
impresiones en el Lago Onega son cisnes, patos y gansos.
Hay pocas escenas de ocupación
humana.
El contenido de diferentes
acumulaciones de petroglifos varía enormemente, lo que probablemente se deba a
la diferencia de edad entre los grupos de petroglifos y a los cambios en la ocupación
humana durante el período neolítico.
Curiosamente, a finales de
agosto, desde el final del cabo Besov, a veces podemos ver cómo un gran rayo de
sol rojizo se establece gradualmente, y en el lado opuesto, la luna brillante,
grande y completamente llena se eleva.
Tal vez, fenómenos similares que
el hombre antiguo vio desde las orillas del lago Onega sirvieron como un
incentivo para representar las formas circulares y de media luna que muchos
científicos consideran imágenes simbólicas del sol y la luna.
Cuando el sol se pone en el
horizonte, los petroglifos “desaparecen” de inmediato. Vemos una superficie de
piedra absolutamente limpia y sin vida. Este fenómeno, llamado por los
científicos “el efecto del cinematógrafo prehistórico”, incluso impresiona a cualquiera
que lo haya presenciado hoy
Los petroglifos en Cape Besov
presentan un extraño “petroglifo Demon” de dos metros de
largo, así como representaciones de “Bagre” y “Lagartos“.
La curiosa representación del
llamado “Demonio” cubre dos piedras que parecen estar rotas por la mitad. Las
leyendas locales sugieren que fue allí donde la gente antigua realizó un
conjunto de rituales y sacrificios hace más de 8,000 años y que los seres
sobrenaturales fueron alimentados con sangre que sorbió en la grieta entre las
piedras, separando la imagen por la mitad.
El petroglifo ‘Demon’ causó
indignación entre los monjes en el siglo XV. Los monjes decidieron un día
tallar una enorme cruz junto al antiguo petroglifo, como un signo de luchar
contra los “espíritus” malvados.
Muchos lugareños aseguran que
esta figura representa al ser que vino de los cielos que crear al hombre, a
darle inteligencia y conciencia a una tierra desprovista de seres pensantes, en
otras palabras, actualmente se lo podría relacionar con una especie de dios
creador, o una especie de extraterrestre plantando su semilla en la tierra, de
verdad existen muchos interpretaciones para darle a este petroglifo teniendo en
cuenta los relatos, ya que como siempre su silueta difiere un poco de la del
hombre convencional, y está rodeado de animales que por su tamaño hacen notar
el grado de inferioridad de los mismos en relación a este ser…
PETROGLIFOS GIGANTES EN VENEZUELA
En el río Orinoco, específicamente en los raudales de Atures, donde las
curiaras ya no tienen acceso, hay cinco islas en las que arqueólogos de
University College of London investigaron un centenar de los petroglifos más antiguos y
grandes del mundo.
Las rocas son tan altas que es
casi imposible ver los grabados desde el terreno; por lo que los
investigadores tuvieron que hacer uso de drones con cámaras tridimensionales
para observar en perspectiva estos dibujos.
La figura individual de mayor
tamaño es una serpiente
con cuernos que mide 30 metros de largo, Otro de los paneles mide 300 metros cuadrados
y en él encontraron al menos 93 grabados. Tal era su magnitud que uno de los investigadores, Philip
Riris, comenta que mientras limpiaba la superficie no se daba
cuenta que en realidad lo
que hacía era limpiar un solo e inmenso petroglifo. En total,
determinaron ocho grupos de rocas en las cinco islas.
Las imágenes más comunes son de
humanos y animales. También se repite mucho una figura de lo que parece ser
un flautista rodeado de gente.
Los investigadores sugieren que esto podría ilustrar un tema de renovación.
Antes de la época de lluvias, el cauce del Orinoco baja exponiendo estas piezas
de arte. Aparte de ser útil para las investigaciones arqueológicas, consideran
que pudo haber tenido un significado
ritual miles de años atrás.
Otra imagen que se repite es la
de dos espirales oponiéndose una a
la otra. Este dibujo ha sido documentado de manera similar en
el Caribe y en el sur
del Amazonas. Algunos
estudios anteriores sugieren que podría referirse a la potencia masculina y a la fertilidad, pero
es difícil confirmarlo en este caso, pues varían los significados de acuerdo
con la región.
“Los mitos indígenas se refieren
directamente a los rápidos como la morada del dios del sol”, dice Philip Riris.
“Otro mito dice que cuando el árbol del mundo (donde se originaron todos los
animales y plantas) se derrumbó, su corona cayó en el Orinoco e hizo los
rápidos”. La investigación fue publicada en la revista especializada Antiquity el
6 de diciembre de 2017. Se presume que los rápidos eran una zona de
convergencia lingüística, étnica, y cultural.
En el ámbito de
los petroglifos venezolanos, se ha especulado muy poco sobre sus significados,
en la mayoría de los casos, se realizan simples descripciones técnicas como:
zoomorfo, antropomorfo, entre otras. Sin tener en cuenta que lo que llamamos
figuras zoomorfas, pueden ser en realidad, un ser dios de las estrellas o un
chamán que sufrió una metamorfosis mágica en animal, pues, su esfera de máximo
poder opera bajo esta forma, que funde en uno a la cultura y a la naturaleza.
Estas figuras plenas de misterio, han sido fotografiadas ampliamente por los
investigadores.
Muchos
investigadores afirman, que los primeros humanos que penetraron en el
territorio que hoy conocemos como Venezuela, eran bandas de cazadores que
vivieron hace aproximadamente 15.000 años. La historia prehispánica de
Venezuela ha sido dividida en cuatro grandes períodos: Paleoindio (15.000
a 500 años antes de Cristo), Mesoindio (500 / 100 a.C.), Neoindio (1000 a.C. /
1500 después de Cristo) e Indohispano (1500 d.C. hasta el presente). Esta
periodización no es precisa ni rígida; es decir, el inicio de un nuevo período
no significa necesariamente la finalización de lo anterior, ya que los grupos
étnicos que poblaban nuestras tierras antes de la llegada del hombre europeo
experimentaron líneas muy diversas de evolución y desarrollo.
Como en todas las
culturas ancestrales en los petroglifos venezolanos encontramos figuras
alusivas a seres sobrenaturales que procedían de las estrellas o de alguna
manera se relacionaban con el cosmos. Lo mismo sucede en los petroglifos de
onega, tantas son las relaciones que nuestros antepasados le daban a los seres
denominados sobrenaturales que de algún modo siempre lo tenían que plasmar en
algún tipo de arte, en este caso en forma de dibujos en piedras… lo indignante
es que a la hora de hacer investigaciones sobre estos descubrimientos, no se
encuentran muchas fuentes, las informaciones son escasas y no se ajustan a la
importancia que traen consigo… muchas veces los arqueólogos renombrados no se
meten a analizar mucho estas obras antiguas para no comprometer sus carreras y
solo se dedican a darles significados simples, como rituales tribales,
simbología de la vida cotidiana o incluso figuras sin sentido… creo que no
estaríamos tan ciegos en este punto si los profesionales le dieran mayor
importancia a las esculturas antiguas, a los legados aborígenes y a las formas
de expresión de las antiguas civilizaciones.
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